La generación Halley fue un LP (vinilo, 33 rpm.) editado por Sonorodven que contenía la banda sonora de la película homónima, y si hasta la fecha dicho film es el único producido con éxito para el mercado juvenil venezolano (con asombrosa recepción, valga decir), La generación Halley es la única banda sonora producida en el país del todo.
Con sus debilidades (específicamente la inclusión innecesaria de dos temas en inglés), pocos discos venezolanos han captado el momento histórico de su producción, documentando no solo la nutrida movida pop que se desarrolló en el país a mediados de los años 80 sino también lo mejor del talento que se tenía en ese momento y que lamentablemente alcanzaron un pico más o menos en este año. Irónicamente, con La generación Halley murió un notable grupo de artistas sin dejar herederos al pop music más genuino que se ha producido en el país.
Es difícil de explicar la magnitud que alcanzaron artistas como Melissa, Pablo Manavello, Jorge Aguilar y Guillermo Dávila a mediados de los años 80, especialmente cuando casi todos ellos desaparecieron sin dejar el más mínimo rastro de su existencia, pero en este disco se encuentran pruebas de una experimentación sónica y lírica que hacen aun más inexplicable sus ausencias en un país lleno de jóvenes que los aceptaron como alternativas validas, y hasta más importantes, que las venidas del extranjero. Un fenómeno que no se ha repetido a la fecha.
Melissa, aunque frecuentemente comparada Madonna, poco tenía que ver con la diva norteamericana con el sonido que hacía honor a su título de reina del rock. Lo mismo con Aguilar, cuyo pop-rock era cuando menos endémico como el de Dávila y Manavello. De todos, solo Dávila tuvo una carrera memorable hasta los años 1990, pero en este disco quedó prueba de una generación de músicos que al menos por algunos años, dieron vida a una normalmente pobre producción pop nacional.
Fuente: Venciclopedia
